Oscuridad...era lo único que veía a mi alrededor; mis ojos estaban cerrados y, aunque quisiera abrirlos...no podía o simplemente no querría porque sabía que al abrirlos mi vida cambiaría. Al final los abrí para encontrarme con mi bata con una gran macha color carmesí oscuro...Escuchaba gritos y alaridos... Un chillido y silencio, me encontraba al tope de de las escaleras teniendo 5 o 6 años, no logro recordarlo, pero logro recordar perfectamente la mancha que se escurría por debajo de la puerta que da a la sala de estar. Mis pasos eran lo único que se escuchaba; por un momento pensé en si abrir la puerta, pero todos mis pensamientos se apagaron para dar la sensación de angustia y temor.
Un horrible olor inundó mi nariz, terminé de bajar las escaleras y me paré frente a la puerta, puse mi mano en la perilla y antes pude escuchar unas exhalaciones débiles como si alguien tomara bocanadas de aire antes de morir Abrí la puerta y me quedé con la mirada fija en la habitación con salpicaduras aquí y allá; luego posé mi mirada sobre dos bultos sobre la alfombra..Un hombre de 38 o 39 estaba muerto...¿Cómo lo supe? Fácil, tenia el cuello desgarrado al igual que el estómago por donde salían un par de...¿Cuerdas? No.....eran los intestinos. Luego vi el otro, una mujer de la misma edad solo que tenia rasgadas las ropas y la cara y un montón de sangre en el cuello.
De repente algo me alzó por mi cintura y me cargó de forma que quedé sentada encima de aquel ente...Un hombre y muy hermoso, piel pálida cual mármol y fría como la nieve que afuera caía. Ojos grises brillantes, casi plateados al igual que el cabello que lo tenia parado en punta. Tendría unos 22, 23 .....quién sabe, me sonrió dejando ver unos colmillos finos y largos como agujas con la punta bañada en lo que supuse era sangre.
-Y pensar que dieron la vida por ti, Phyco....
No entendía por qué me llamaba así.. pero no me importó. Vi como pasaba sus dedos por mi cabello, jalándolo delicadamente, dejando mi cuello al descubierto, acercando aquellas agujas que tenía por dientes a mi cuello. Cerré los ojos esperando sentir un horrible dolor, pero no fue así ,una simple molestia en el cuello y nada , pero a los 5 minutos me empecé a sentir mareada cerré aún más fuerte los ojos, luego sentí el duro piso contra mi cuerpo y escuché unos horribles gemidos y chillidos maldiciendo a alguien, abrí los ojos para ver una sombra sobre mi cuerpo.
-Rowan...resiste pequeña..no mueras Rowan, ROWAN!
Me paré de una salto, estaba en mi habitación, sudando frió me senté y respiré lentamente -otra vez esas pesadillas, dios..- pensé. Mi puerto se movió y mi tía entró, lo supe por el color del camisón, un amarillo chillón.
-Rowan...cariño, ¿estás bien?, ¿otra pesadilla? -dijo en tono preocupado. Yo asentí para verla a la cara: era morena tanto en pelo como en ojos, y de piel bronceada, estatura moderada tirando a bajita, una voz melódica que calmaba a cualquiera.
-Bueno, cariño -dijo- será mejor que te vistas porque el taxi viene en media hora -sonrió- ¿O es que acaso no quieres ver a tu hermano?
Brinqué de la cama y miré el reloj: las 7:40 y el taxi venía a las 8:00
-¡Mierda! -Grité y salí al baño- ¿Por qué no me despertaste antes, tía? -Dije mientras me desvestía para ducharme.
-M dijiste que te pararías por tu cuenta -dijo en la cocina.
Cuando bajó...bueno: salia con una toalla enrollada en el cuerpo, mientras me cepillaba los dientes. ¿Cómo se me pudo olvidar algo tan importante? Vivía con mi tía ya que mis padres murieron cuando tenia 6 años. Tengo un hermano mayor el cual se fue a Rooswood, Pensilvania, a vivir. Como era menor de edad no podía ir a vivir con él. Ayer cumplió 18 años y planificamos que al día siguiente iría allá a vivir un tiempo con él, por lo menos 2 años; poco, pero suficiente para mi. Salí del baño me quité la toalla y me vestí lo mas rápido posible, cepillé mi cabello y bajé como un rayo con mis 2 maletas, las dejé en la puerta y fui a la cocina donde mi tía me había preparado unos beagles con mermelada de fresa y café con leche, me lo comí todo de un golpe. Cuando terminé llegó el taxi, mi tía me ayudó con las maletas, las metimos en el taxi que me llevaría al aeropuerto.
-Chao Rowan, saludo a Jase de mi parte
-Seguro. Chao tía , nos vemos en Navidad -le dije cuando el taxi arrancó
Para llegar a Rooswood tenía que tomar un avión de 3 horas de California a Pensilvania, luego un auto de viaje de una hora para llegar al pueblo. Era grande así que no me importaba. Allí crecí.
Bajé del taxi, me ayudó con el equipaje un muchacho del aeropuerto y le pagué al taxista y salí corriendo a través del todo el aeropuerto hasta llegar a mi puerta, di el pasaje y subí al avión.
Me senté en mi asiento y despegamos, una hora después me quedé dormida deseando no tener pesadillas....... Tal vez debí desearlo con más fuerza.
Un horrible olor inundó mi nariz, terminé de bajar las escaleras y me paré frente a la puerta, puse mi mano en la perilla y antes pude escuchar unas exhalaciones débiles como si alguien tomara bocanadas de aire antes de morir Abrí la puerta y me quedé con la mirada fija en la habitación con salpicaduras aquí y allá; luego posé mi mirada sobre dos bultos sobre la alfombra..Un hombre de 38 o 39 estaba muerto...¿Cómo lo supe? Fácil, tenia el cuello desgarrado al igual que el estómago por donde salían un par de...¿Cuerdas? No.....eran los intestinos. Luego vi el otro, una mujer de la misma edad solo que tenia rasgadas las ropas y la cara y un montón de sangre en el cuello.
De repente algo me alzó por mi cintura y me cargó de forma que quedé sentada encima de aquel ente...Un hombre y muy hermoso, piel pálida cual mármol y fría como la nieve que afuera caía. Ojos grises brillantes, casi plateados al igual que el cabello que lo tenia parado en punta. Tendría unos 22, 23 .....quién sabe, me sonrió dejando ver unos colmillos finos y largos como agujas con la punta bañada en lo que supuse era sangre.
-Y pensar que dieron la vida por ti, Phyco....
No entendía por qué me llamaba así.. pero no me importó. Vi como pasaba sus dedos por mi cabello, jalándolo delicadamente, dejando mi cuello al descubierto, acercando aquellas agujas que tenía por dientes a mi cuello. Cerré los ojos esperando sentir un horrible dolor, pero no fue así ,una simple molestia en el cuello y nada , pero a los 5 minutos me empecé a sentir mareada cerré aún más fuerte los ojos, luego sentí el duro piso contra mi cuerpo y escuché unos horribles gemidos y chillidos maldiciendo a alguien, abrí los ojos para ver una sombra sobre mi cuerpo.
-Rowan...resiste pequeña..no mueras Rowan, ROWAN!
Me paré de una salto, estaba en mi habitación, sudando frió me senté y respiré lentamente -otra vez esas pesadillas, dios..- pensé. Mi puerto se movió y mi tía entró, lo supe por el color del camisón, un amarillo chillón.
-Rowan...cariño, ¿estás bien?, ¿otra pesadilla? -dijo en tono preocupado. Yo asentí para verla a la cara: era morena tanto en pelo como en ojos, y de piel bronceada, estatura moderada tirando a bajita, una voz melódica que calmaba a cualquiera.
-Bueno, cariño -dijo- será mejor que te vistas porque el taxi viene en media hora -sonrió- ¿O es que acaso no quieres ver a tu hermano?
Brinqué de la cama y miré el reloj: las 7:40 y el taxi venía a las 8:00
-¡Mierda! -Grité y salí al baño- ¿Por qué no me despertaste antes, tía? -Dije mientras me desvestía para ducharme.
-M dijiste que te pararías por tu cuenta -dijo en la cocina.
Cuando bajó...bueno: salia con una toalla enrollada en el cuerpo, mientras me cepillaba los dientes. ¿Cómo se me pudo olvidar algo tan importante? Vivía con mi tía ya que mis padres murieron cuando tenia 6 años. Tengo un hermano mayor el cual se fue a Rooswood, Pensilvania, a vivir. Como era menor de edad no podía ir a vivir con él. Ayer cumplió 18 años y planificamos que al día siguiente iría allá a vivir un tiempo con él, por lo menos 2 años; poco, pero suficiente para mi. Salí del baño me quité la toalla y me vestí lo mas rápido posible, cepillé mi cabello y bajé como un rayo con mis 2 maletas, las dejé en la puerta y fui a la cocina donde mi tía me había preparado unos beagles con mermelada de fresa y café con leche, me lo comí todo de un golpe. Cuando terminé llegó el taxi, mi tía me ayudó con las maletas, las metimos en el taxi que me llevaría al aeropuerto.
-Chao Rowan, saludo a Jase de mi parte
-Seguro. Chao tía , nos vemos en Navidad -le dije cuando el taxi arrancó
Para llegar a Rooswood tenía que tomar un avión de 3 horas de California a Pensilvania, luego un auto de viaje de una hora para llegar al pueblo. Era grande así que no me importaba. Allí crecí.
Bajé del taxi, me ayudó con el equipaje un muchacho del aeropuerto y le pagué al taxista y salí corriendo a través del todo el aeropuerto hasta llegar a mi puerta, di el pasaje y subí al avión.
Me senté en mi asiento y despegamos, una hora después me quedé dormida deseando no tener pesadillas....... Tal vez debí desearlo con más fuerza.
"y pensar que dieron la vida por ti..." |
Relato escrito por "Sweetblood"